domingo, 20 de noviembre de 2011

La técnica de Anna Freud.

Anna Freud propone un periodo de preparación para educar al niño en un futuro paciente. El intento es establecer confianza, "convertir en interior la decisión exterior de analizarse". Emplea tres semanas de prueba, trata de convencer a los padres del beneficio del tratamiento, con el objetivo de "crear las precondiciones necesarias para iniciar un verdadero análisis: la conciencia del sufrimiento, la confianza y la resolución de analizarse" (A. Freud, 1927, p. 21). Durante este periodo de prueba la analista tejía y hacia labores de punto, ayudaba al paciente a redactar cartas y cuentos. En el momento en que se establece el vínculo de confianza se inicia el periodo analítico, o sea, la transferencia positiva (4).
La psicoanalista obtiene información de los padres para completar la historia del caso y se entrevista con ellos periódicamente para conocer el avance de la cura. Por su parte la familia colabora en el análisis con reportes sobre el niño.
Las técnicas durante el tratamiento son la interpretación de los sueños en búsqueda de los rastros, junto con el niño. Otro recurso es la narración de los ensueños diurnos. El dibujo es un auxiliar para visualizar la problemática del paciente y finalmente, el juego es útil corno procedimiento analítico.
Es básico el análisis de la transferencia con énfasis en la positiva. Incluso se acude a todos los recursos disponibles para disolver la transferencia negativa, porque sus manifestaciones son vivencias como obstáculo cuando se pretende liberar material reprimido de lo inconsciente, causando la resistencia del yo. Anna Freud subraya que en realidad el niño es incapaz de establecer la neurosis de transferencia porque sus padres se encuentran presentes en su ambiente inmediato. El enfoque consiste en dirigir la estrategia hacia el hogar del niño. El mundo exterior es importante para comprender la dinámica afectiva del niño. "Son evidentes las múltiples interrelaciones entre... superyó y los objetos a los cuales debe su establecimiento, pudiéndose compararlas a las que rigen entre dos vasos comunicantes" (A. Freud, 1927, p. 84).
La psicoanalista pretende ocupar el ideal del yo del niño y analizar entonces la doble labor curativa y pedagógica (5). Prohibir y permitir, liberar y coartar simultáneamente. La meta del psicoanálisis infantil es desarrollar el yo hacia la síntesis, modificar el carácter, la producción de identificaciones sobre el yo, y alcanzar un superyó tolerante.

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