Melanie Klein describe esta posición como la fase en la cual el bebe reconoce un objeto total y ese relaciona con este objeto, este es un momento crucial del desarrollo infantil, el ego advierte claramente, todos los que rodean al bebe perciben un cambio y es considerado como un enorme progreso y se dice que ya el bebe reconoce a su madre.
Cuando el bebe reconoce a su madre, reconoce a la madre como objeto total, cuando decimos que el bebe reconoce a su madre como objeto total, contrastamos esto en tanto a relaciones de objeto parcial como las relaciones de objeto disociado, ósea que cada vez mas el bebe se relaciona no solo con el pecho, manos, rostro, ojos de la madre como persona total, que puede ser a veces buena y a veces mala, que puede estar presente o ausente, y a la que puede amar y odiar al mismo tiempo. La introyeccion de un objeto cada vez más total estimula la integración del Yo.
En los procesos de integración, el bebe reconoce mas claramente que en una misma persona su madre, se enfrenta entonces con los conflictos vinculados a su propia ambivalencia.
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